sábado, 7 de febrero de 2009

La Caída de Constantinopla/ Notas 6 y 7 de la 2ª parte















(siguen notas- 6 y 7)




Murallas de Teodosio

(6) En cuanto a la cantidad de barcos de la flota turca, también existen diferentes apreciaciones. Veamos las más significativas:
Barbaró dice 100 (op.cit. nota 5b); Tedaldi, 145 (op.cit. nota 5c) y
Púsculo (a) sube hasta 160.
Tal como ocurre con las cifras para las tropas de tierra, los legos Isidoro de Kiev y Leonardo de Quíos (ops.cit. 5e y 4b. 930C) exageran algo más y dan cifras de 200 a 250 barcos.
Y Phrantzes (op.cit. 5d) se lleva la palma, anotando 430.
Las investigaciones actuales tratan de afinar más y se habla de 6 galeras grandes, 10 normales y 15 pequeñas; aparte 75 barcazas de remo grandes y 20 barcos de carga para las bestias. En total 126.

(a)Ubertino Pusculo, Constantinopolis, 1464



(Cortesía del Muhteşem Denizcilik Tarihimiz
Colección Osmanli Kartpostal - 171
Besitkas,Istambul-Türkiye)



(7) El fuego griego era un arma incendiaria usada por el Imperio Bizantino. Los proyectiles incendiarios se habían usado con anterioridad (persas, romanos...) y normalmente eran lanzados por catapultas y aparatos similares. La sustancia inflamable impregnaba el proyectil, que debía ser encendido antes de ser lanzado. Si bien se hacen referencias históricas de su uso por los árabes, chinos y mongoles, su fórmula no era la original y se le ha dado en muchas ocasiones el nombre de fuego griego a armas que en realidad no lo eran.
El auténtico fuego griego tenía la particularidad de arder por sí mismo, sin necesidad de un proyectil-soporte (al modo de los actuales lanzallamas) y seguir ardiendo en contacto con el agua, algo que las otras "copias" no conseguían totalmente. Incluso el intento sofocarlo con agua intensificaba au acción. Por esta razón se usó profusamente en el mar, procurando a las flotas bizantinas la hegemonía en este medio.
El secreto de su fabricación fue guardado celosamente por Bizancio, convirtiéndose su custodia en cuestión de estado. Ni siquiera los cruzados o los turcos fueron capaces de descubrirlo cuando conquistaron a los bizantinos.
Aunque la fórmula original continúa sin conocerse, entre algunos de los ingredientes que se especula que podrían estar, encontramos nafta, betún, azufre, cal viva, nitrato potásico, cera, aceite de oliva...
Se le llama "griego", aunque en diferentes épocas y lugares se le llamó "fuego bizantino", "fuego romano", "fuego marino" -πῦρ θαλάσσιον- "fuego líquido" -ὑγρόν πῦρ- o "fuego artificial" -πῦρ σκευαστόν-, un término que aparece en algunos manuales militares bizantinos.


"Fuego Griego"
Σύνοψις Ἱστοριῶν (s.XI) - Ἰωάννης Σκυλίτζης
Biblioteca Nacional de España, Madrid

Previamente a su descubrimiento se habían usado mezclas de derivados del petróleo y materias bituminosas que más o menos funcionaban, pero el fuego griego era prácticamente imposible de apagar y se extendía en el agua con gran rapidez, haciéndolo un arma desvastadora.
El primer dato que se tiene de algo parecido en Bizancio, o, si se quiere, de un precedente, es del año 513 d.C., cuando el emperador Anastasio I se enfrenta a una revuelta y trae a un sabio ateniense de nombre Proclus, quien fabrica un especie de polvo que arde al entrar en contacto con los rayos del sol, según narra Juan Malalas - Ἰωάννης Μαλάλας- (491-578).
Sin embargo, según Teófanes El Confesor el invento se debe a un tal Callinicus, un arquitecto procedente de Heliópolis (Baalbek, antigua Fenicia), quien lo inventaría hacia 670. Se tienen numerosas noticias de su uso por los bizantinos en las diferentes guerras que el imperio sostuvo a lo largo de su existencia y parece ser que se usó por vez primera en 674 contra los árabes omeyas, en el primer sitio de Constantinopla (673-678)y en la Batalla de Silea, en 678, una de las confrontaciones navales acaecidas durante el largo asedio y que resultó decisiva gracias al fuego grigo. La única referencia de su composición que nos ha llegado de algún bizantino es una referencia en La Alexiada, escrita por Ana Conmena (1083-1153), hija del emperador Alejo I Conmeno, aunque parece más producto de su invención que del verdadero conocimiento de la fórmula; o bien dió una fórmula falsa para "despistar" a posibles lectores indeseables(a):
El "fuego" se fabrica con las siguientes artes. Se recolecta la resina inflamable de los pinos y de ciertos árboles de hoja perenne. Esta resina se amasa con azufre y se mete en tubos de caña, que son soplados por hombres violentamente y sin descanso. De este modo llevan el "fuego" hasta la punta del tubo, donde se inflama y cae como un torbellino igneo sobre las caras de los enemigos.
Aunque el dato es indirecto, al parecer la sustancia se inflamaba al entrar en contacto con el aire o con el agua, lo que sigue provocando que se especule acerca de su composición, pues, como hemos dicho al principio, las demás modalidades conocidas en la antigüedad necesitaban ser encendidas antes de su lanzamiento.
Se tienen también algunas noticias sobre el funcionamiento del mecanismo usado para la propulsión: al parecer los ingredientes eran precalentados en una caldera y después bombeados por medio de un sifón o de una jeringa grande, manejados por un especialista llamado sifonarios -σιφωναριος- (o sifonator), cuya salida se instalaba en la proa del barco. Este tipo de barco se llamaba en sí sifonoforos dromon(b) -σιφωνoφoρoς δρόμων-. Las naves grandes podían tener más de un sifón, no sólo a proa sino en diferentes lugares.
De Ortu Waluuanii Nepotis Arturi (El ascenso de Gawin, sobrino de Arturo), romance medieval anónimo de finales del s.XII perteneciente al Ciclo Arturiano, contiene una de las primeras referencias europeas no bizantinas sobre el fuego griego; aunque la descripción hecha en este relato sobre su fabricación es una mezcla de folklore y magia, bien podría dar como resultado una sustancia similar al napalm.
También encontramos un dato en Memoirs, de J. Joinville (1224-1317),cronista de San Luis de Francia, que habla de su uso por los musulmanes en la Séptima Cruzada:
Ocurrió que una noche, mientras estábamos vigilando las torres de Tortosa(c), que (los sarracenos) nos atacaron con una máquina llamada "perronel", que antes no habían usado nunca, y llenaron la honda del artilugio con fuego griego. Cuando este buen caballero que es Sir Walter de Cureil vió esto, nos habló como sigue: "señores, estamos ante el más grande peligro que hayamos conocido. Si incendian nuestras torretas y refugios, estamos perdidos y quemados. Y si lo hacen repetidamente, abandonando las defensas que nos han sido confiadas, estamos en desgracia; así que nadie puede librarnos de este peligro salvo el mismo Dios. Por eso, mi opinión y aviso es este: cada vez que nos lancen el fuego, nos arrodillaremos y rogaremos a Dios nuestro Señor que nos salve de este riesgo."[...]
[...] Este el aspecto del fuego griego: venía hacia nosotros volando como un barril de los usados para el vinagre, arrastrando una cola de fuego tan larga como una lanza y al caer hacía un ruido como el trueno en el cielo. Parecía un dragón llameante volando [...] Debido a lo brillante del fuego, el campamento podía verse como si fuera pleno día.
"The Saracens casting Greek fire into the camp of King Louis"
Ilustración de George Morrow para el libro
The Crusaders, a story of the war for the Holy Sepulcre
by Reverend A.J.Church, M.A.

Seeley & Co. LTD-London. 1905

(a) Es raro que precisamente un miembro de la casa imperial dé pistas sobre la fórmula, aunque de forma un tanto inocente, puesto que, como se ha dicho, era un secreto guardado con máximo celo. Sin ir más lejos, Constantine VII Porfirogéneta (905-959) -Κωνσταντίνος Ζ΄ Πορφυρογέννητος- en su De Administrando Imperio (en realidad llamada Πρὸς τὸν ἴδιον υἱὸν Ρωμανόν, "a mi propio hijo Romano") dice que hay tres cosas que nunca deben caer en manos de los extranjeros: la corona, la mano de un príncipe nacido bajo la púrpura (porfirogéneta) y el fuego acuático -πύρ ένυγρον.
(b) El dromon fue un modelo de barco típico bizantino que tenía su predecesor en el trirreme romano.


Reconstrucción de un Sifonoforos Dromon

(c) La Isla de Tortosa (árabe طرطوس, Tartus) es una población costera de Siria que fue parte del Imperio Romano y posteriormente, por muy poco tiempo, del Bizantino, que la perdió a manos de los musulmanes en 636. Más tarde, en 1123, fue tomada por los cruzados, quienes la dejaron en manos de los templarios. Estos a su vez fueron derrotados por Saladino, quien, no obstante, les permitió usar el puerto como base y mantener una pequeña guarnición, siendo el último enclave templario de Oriente Medio en tierra firme hasta 1291, año en que cayó definitivamente al desaparecer el Reino Latino de Jerusalén (ver anexo 5).

Tortosa
(Cortesía del Muhteşem Denizcilik Tarihimiz
Colección Osmanli Kartpostal -187
Besitkas, Istambul-Türkiye)


Link: Forums del Diario Pravda (en inglés)

(Continúa entrada siguiente)


No hay comentarios: